Supongo que las hormonas me juegan otra mala pasada o es que quizá yo soy más quejica que otras mujeres o es que digo las cosas tal y como las siento? Lo único que sé es que ser padres es la prueba más dura de la vida. Una personita preciosa y vulnerable llega a nuestro mundo, se convierte en el centro de él y lo único que queremos es cuidarla, protegerla, mimarla y amarla infinitamente. Lo malo es que con ella llegan las preocupaciones y angustias que nunca habíamos sentido hasta el momento. ¿La cogemos bien? ¿Dormirá bien? ¿Se alimenta bien? ¿El pañal está bien puesto? ¿Respira? Síiii! La primera noche en nuestra casa me desperté cada 15 minutos para comprobar si respiraba joooo! No me gusta ser así, no me gusta vivir en un sinvivir sobre todo porque es lo más maravilloso que nos ha pasado y la queremos disfrutar al máximo pero es tan grande la responsabilidad por su bienestar que
Supongo que poco a poco nos iremos relajando y nos daremos cuenta de lo que hasta hace poco nos decíamos a nosotros "los bebés son más fuertes de lo que parecen, no vale la pena sufrir cada minuto". Durante el resto de mi vida me voy a comer muuuuchas de mis palabras ;-)
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