Nuevo vicio, adjudicado!

Sabida es mi reputación de mujer lela, digo de mujer incorruptible y honesta. Por eso, les chocará un poco lo que van a leer a continuación.

Voy a hacer publicidad.

Y es que, estimados damos y queridas caballeras, no han sido pocas las firmas que me han ofrecido suculentas y sabrosas ofertas (me han estudiado a fondo, porque además de intentar sobornarme con sucio dinero, también lo han intentado con comida rica). Me han ofrecido fama, dinero y poder (y comida rica) para que mi estrafalario, digo afilado lápiz escribiera maravillas sobre sus productos y servicios.
Pero nunca me compraron porque Lady Compota es muy fiel a sus principios: viva la música disco y los pantalones pata de elefante.

En fin, ha llegado el momento de hacer publicidad sobre algo (eso sí, sin cobrar un duro y sin ver un mohoso cacho pan; lo cual me convierte en un ser atontao, digo supremo).

Pues sí damos y caballeras, voy a hablar sobre la compra on line. La compra on line de COMIDAAAA!

En estos tiempos tan, como diría yo, revueltos y donde el tiempo es oro yo intentaba arañar los segundos de donde fuera. Ya no me iba a a tomar el café a las 10 de la mañana con los compis. Ahora me voy a la frutería, al Dia o al Bon Àrea que están cerca de mi curro.
Después de un concienzudo estudio sobre el plano y sobre el terreno (y con el plano sobre el terreno) encontré tres puntos clave para hacer compras puntuales. Así, cuando salgo del trabajo no tengo que hacer un vuelta tremenda para ir a los supers que están cerca de mi barrio (territorio comanche).
Pero... y la cerveza??? Ahh amigo, todavía no está bien visto que los compis del curro te vean llegar a tu puesto de trabajo con 12 medianas que has comprado en tu rato libre del café, sobre todo si no has ido con ellos.

Bien, o Pedro o yo teníamos que encontrar un hueco para ir en coche a un hiper de estos o el carrito para hacer excursión por nuestro barrio.

Así que angustiados y acongojados comentamos nuestra desgracia de no poder beber cerveza y vino a nuestro antojo (y leche y zumos y esas porquerías también) a nuestros amigos. Ellos (buena gente) se apiadaron de nos y nos informaron sobre la existencia de la compra on line. Ya habíamos escuchado algo pero como cobraban gastos de envío y se conoce que somos muy garrepas pues lo descartábamos.
Pero con convincentes argumentos nos enseñaron que más tiempo, dinero y energía se pierde en hacer las tremendas colas para aparcar en el aparcamiento del centro comercial, en seleccionar los productos y en hacer las colas para pagar (sin contar el contacto con la chusma...). Y encima el esfuerzo de subir la compra al piso.
Así que hicimos una prueba. Hicimos una compra sana y equilibrada libre de porquerías y colesterol y al día siguiente por arte de magia la compra estaba en la cocina sin que nosotros hubiéramos salido de casa.

Mientras hacía la compra de alguna verdura (ej que la frutería de mi curro es mu cara porque está en el centro...) marqué un número 4 en la pestaña de pimientos verdes. Cual fue mi sorpresa, cuando al día siguiente, mientras yo trabajaba y Pedro recibía la compra, me llama para comentarme que si se me ha ido la olla con los pimientos. Rápidamente relacioné los acontecimientos y me di cuenta de que no había pedido 4 pimientos, sino 4 kilos de pimientos verdes. Cuando Pedro empezó a sacar las bolsas de pimientos tampoco se sorprendió mucho; simplemente pensó "sus razones tendrá".

Y sí, en esta vida tengo razones para todo, pero no recetas. Por favor, me pueden dar ideas para cocinar los pimientos? Es que se me agotan las ideas!!