¿Habéis sentido alguna vez en vuestras propias calnes esa paralizante y angustiosa sensación del terror abstracto que acecha por doquierrrrr?

Pos yo sí.
Y además lo sentí cuando era pequeña. Noté como una sacudida precedía un terremoto interior que conmocionaba todo mi ser...
Me quedé medio turulata, pa qué nos vamos a engañar. A partir de ese momento ya no volví a ser la misma, me convertí en lo que ustedes pueden apreciar y degustar hoy día.

Es mi deber informar (acusar) sobre quién fue el culpable de que yo sintiera ese terror: El principal culpable de mi terror infantil y de la conmoción que me dejó como me dejó fue mi brodel. Él es el culpable. Y otro culpable el pintalbios con el que se pintó los labios Robert Smith.

Demasiado pequeña vi Lullaby de The Cure.

No sé qué me conmocionó más: ver a un hombre maquillado, las luces y sombras de la habitación, el felpudo que se devora a Smith o los monstruos que lo atormentan.

Recuerdo poco de la primera vez que vi el vídeo. Cuando la mama se dio cuenta de que lo estábamos viendo, gritó algo así como "no le dejes ver eso a la niñaaaaaa!" pero ya era demasiado tarde. La palabra "niña" "niña" niña" retumbaba en mi coco loco mientras veía cómo ese felpudo peludo se zampaba a Smith!! JORROR!! Pero yo no podía dejar de mirar la tele, todo era tan hipnótico y tan espeluznante...