Pensaba que casarse era gastarse miles de euros en convite, regalos, fotos, vestido de princesa, traje de príncipe, maquillaje, accesorios, zapatos, viaje de ensueño y otras chorradas que desde pequeños inoculamos en películas, cuentos, historias para derrochar cantidades vergonzosas de dineros sin que a nadie le de vergüenza.
Pues no, nuestra boda fue como quisimos nosotros: 16 familiares en juzgado, nuestra diosa de observadora excepcional. 8 minutos de ceremonia, firma y coge el bus al restaurante donde reservamos sala porque era "celebración familiar".
Mi ya marido, en bermudas y bambas y yo en polémico mono que a mí sí que me encantó :P
A las cinco de la tarde ya estábamos los tres en casita para descalzarnos.
La noche de bodas tampoco era como nos lo habían contado: hubo muchas chispas pero de las armas de fuego del peliculón que vimos: Scarface!
lunes, 24 de septiembre de 2018
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