"Venceréis pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: la razón y derecho en la lucha."
Miguel de Unamuno

domingo, 4 de septiembre de 2011

Crisis

Crisis económica, sí, pero el desastre es la crisis de pensamiento que vivimos.

Esta semana he sentido una decepción que nunca olvidaré: me he dado cuenta de que definitivamente el PSOE no sabe lo que es el socialismo. Sigo pensando que en ese partido habrá personas que se inspiren en la justicia y la solidaridad para lograr un presente y un futuro mejor, pero con los actos demuestran que el capital es lo que manda y que se han olvidado de lo que significa el marxismo.
Normal que se hayan olvidado, ¿quién se acuerda de lo que significa?
De todas maneras, estoy desorientada, ¿votaré en las elecciones de noviembre? Toda la vida he sabido que mi deber como ciudadana era votar. Tenía que hacerlo por todas las personas que habían muerto por conseguir ese derecho, por lo tanto, para mí, nacida en la democracia y en una sociedad acomodada, se convertía en un deber. Muchos amigos me dicen que las elecciones son una pantomima más, quizás en un tiempo yo también me de cuenta.

En otros tiempos, una revolución hubiera estallado. Recuerdo que en las clases de historia contemporánea de COU, la Solé nos explicaba detalladamente les "espurnes" que habían provocado que el pueblo saliera a la calle arriesgando su vida, porque esas personas preferían morir antes que dejar que sus hijos vivieran las mismas miserias e injusticias que ellos. Actualmente las chispas están ahí, pero ahora en occidente, ¿quién va a arriesgarse? Primero, porque el sistema capitalista se ha encargado de meternos en la cabeza que las ideas revolucionarias hoy en día son propias de personas desequilibradas, de antidemocráticos, chalaos, trasnochados y comunistas. Y luego porque la revolución tendría que ser un cambio tan grande, que todos los caprichitos que han conseguido nuestros padres para que los de nuestra generación disfrutemos (cenas, ropita, viajecitos y todos esos minilujos que los mileuristas nos permitimos) tendrían que desaparecer.

Qué bien han aprendido los poderosos de sus antepasados. La terrible desigualdad de antaño no ha desaparecido. Pero los poderosos han aprendido que si sobre el papel se escribe que existe la democracia y que si con nuestras mierdas de sueldos, se nos permite a los obreruchos tomar cervezas en terrazas, comprar en Zara, tener el último modelo de móvil y viajar en Easyjet, los descendientes de los que en otros tiempos se enfrentaban al poder, hoy no moveremos un dedo para arriesgarnos a perder este estado de "bienestar". Además, se nos mete en la cabeza que la cultura no es guay y es propia de "estirados"; los inmigrantes nos traen problemas (los problemas que los poderosos crean) y nos dicen que el comunismo es algo propio de idiotas y locos (por si algún obrerucho fantasea con esas ideas mientras monta piezas) et volià! ya tenemos a una generación perfectamente aborregada.
Sea como sea, nuestra generación está puteada. A trancas y barrancas seguiremos gastándonos los pocos euros que tenemos en esos lujos, y así seguiremos con el agua al cuello, puteados en los curros y con el temor de que a los 50 nos quedemos con hipoteca y sin trabajo. Nosotros no viviremos la estabilidad laboral que, con mucho esfuerzo, consiguieron nuestros padres.

El capitalismo más asqueroso y adictivo ha triunfado. Si al menos todavía existiera "una alternativa" si miráramos a otro lado del mundo y viéramos que, con todos sus problemas, existe una sociedad que vive de forma diferente...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Montse. 100% de acuerdo.

Irina

Anónimo dijo...

Chorreas nihilismo del mas pesimista. Estoy de acuerdo con que esos pequenos caprichos que nos conceden nos bastan para darnos una sensacion de bienestar, y al mismo tiempo nos inculcan unos miedos irracionales. Temamos quien sea diferente, quien no sea homogeneo al canon, a quien no le guste el futbol, al que tenga un color diferente, al que hable otra lengua,...
Pero la desilusion en el sistema no pasa solo con votar o no(yo tampoco se a quien votar pero si se a quien no votaria jamas, y eso ya es algo). La cuestion es que la base del gobierno no es el sistema democratico, sino el capitalismo. Y ahi digo: yo no consumo el inutil, intento a comprar en mercados directamente al productor, pillo bici cuando puedo(la mia), no consumo bebidas que detras de una sonrisa esta la muerte y la miseria del tercer mundo, no enciendo la tele...cierto, se que soy incoherente en tantas otras cosas. Pero no me rindo y trabajo para mejorar.

Besos TT