Hombre!! Vosotros por aquí!!

De regreso a Odense me encontré con unos senyores que me resultaban muy familiares... Hombre! Pero si sois papa Juan y mama Eugenia!! Pues que no se diga, os invito a pasar unos días al sótano!

Y aquí estamos, ahora mismo se están leyendo El País mientras yo contesto los numerosos e importantes correos electrónicos ejem ejem...
Por cierto, tres barceloneses os aseguran que en Odense ya hace frío, frío! Pero vamos preparados con boinas, bufandas, leotardos y abrigos, que no se diga que los Galvancios Luneros semos tontos. Además hemos abarrotado las maletas de embutidos, botellas de aceite, chocolates, fruta y hasta esqueixada en fiambrera! Los danyos colaterales son que el pijama del papa se vio "salpicado" por gotitas de aceite y aroma de bacalao y cebolla porque la fiambrera se abrió un poquito por el camino. Pero bueno, no hay mejor ambientador para la ropa de dormir que esos suaves aromas mediterráneos, verdad? Me parece haber leído por ahí que nuestra querida amiga la cebolla es una buena ayuda para el insomnio.
Como ya sabréis soy una estupenda guía turística, así que hoy han tenido el primer acercamiento a este puebl(uch)o. "Presioso!" "Lindísimo!", "Oye, esto no es como tú nos habías dicho!" Son algunas de las expresiones recogidas. Vaya que les ha gustado!
Patrol, los he llevado al Bazar y les ha molao mucho, han comprado fruta y ya se han hecho amigos de unos cuantos vendedores.
Mis padres ya se sienten como un par de daneses más, de hecho han ayudado a una senyora danesa a hacer la compra y la senyora muy agradecida les soltó unos cuantos taks. Además mi padre ha pedido la cuenta en una cafetería, él con su acento inglés américano "How much?" Yo flipo con ellos, es que no me necesitan para nada aquí!
Estoy convencida que allá donde fueran se sabrían hacerse entender y podrían llegar a donde ellos quisieran, me molan.