¿Acaso nadie se va a dignar en sacrificar una simple cabra en mi honor? Pardiez, esto es una ofensa a mi persona integral y con semillitas de sésamo y calabaza!!
Habéis conseguido que me convierta en monchi-furiosa y eso no tiene perdón de Wilder!
Sentid el suave pero firme roce de la fibra aterciopelada, cálida y sensual (y blanca) de mi guante cachemira en todo el careto y aceptad el duelo: mañana al alba en plena ronda de dalt salida Lesseps. Como buena caballera que soy, os ofrezco la elección del arma: o florete o sable.
Que se atenga aquel que no acepte el duelo, pues además de quedar como un cobarde sin honor ni dignidad, se quedará sin trocito de bizcochito tieeeerno tieeeeeerno que preparé con todo mi amol, ea!
martes, 28 de abril de 2009
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