Es lunes...

Y llueve... y he madrugado... y me he mojado los piesitos... y pobrecita monchi! Pero nopu: porque la vida es maravillosa y el sol de mi interior me sonríe y me convierte todos los charcos y caminos enfangados donde zambullir mis patas chuecas en bonitos caminos de una verde alfombra (hierbajos para los que no entiendan de metáforas cutres).
Suerte que esta semana es rara: miércoles fiesta. Así que mañana es viernes, el miércoles hay descanso y el jueves es jueves y el viernes es viernes nes.
Y es que no me gusta trabajar, para todos aquellos orgullosos jornaleros de buen hacer que se puedan escandalizar por una sentencia tan holgazana y tan gandula voy a corregir? que me gusta realizar muchas otras actividades antes que trabajar: me gusta ir al cine, leer un buen libro, estar con los amigos, viajar, escalar los Alpes, hacer rabiar a mis sobrinos, observar atentamente los bodeviles desde mi palco de pocas temporadas (espero)...
En fin, que el abanico de diversiones que se nos ofrece es tan amplio que me pasaría toda la vida haciendo 1000 cosas antes que trabajar.

Conclusiones de un lunes de lluvia:
1. Prefiero pasármelo bien antes que trabajar.
2. No me gusta mojarme ni los zapatos de tela ni los pies.
3. La semana laboral tendría que ser siempre como ésta: 2 días (espacio) 2 días. De esta manera, seguro que los trabajadores iríamos más contentos al tajo y seríamos más productivos, segurísimo!! Ahora toca que alguien se lo diga al patrón.