PO-PU-RRI

Léelo lento: PO-PU-RRI
Ahora léelo rápido:popurrí
(lento): PO-PU-RRI. (rápido): popurrí.
Todo seguido primero lento y luego rápido: PO-PU-RRI popurrí!
¿O se escribía pot pourri?

Ayer me di cuenta de algo: que soy patosa. Sí sí, patosa patológica.
Ayer por la tarde hubo una reunión de jefazos y resulta que como la secretaría se había ido pues alguien tenía que llevar las aguas. A quién le tocó llevarlas al despacho del jefe? A la menda lerenda. Así que me fui apoyando las 6 ó 7 botellitas entre el pecho y aguantandolas con los brazos. Cuando ya no podía coger más, le pedí a una compañera que me pusiera las que yo no podía agarrar encima de todas. Y además en el dedo anular que tenía un poco de movilidad me puse los vasos de plástico. Empecé a caminar curvada hacia atrás para que ninguna se cayera.
Estaba llegando a la sala y aprecié que la forma tan poco ortodoxa de llevar las botellas al despacho del jefe no causaría muy buen efecto. Estaba reflexionando en tan sabia idea y en el magnífico invento que son bandejas cuando una vez alcanzada la mesa me puse a pensar en cómo dejar las botellas de la forma más discreta. De poco sirve "eso" (pensar) cuando tu cuerpo actúa antes que tu cerebro.
Así que ya había "dejado caer" las botellas en la mesa como si fueran sacos de lentejas. El resultado fue que los vasos y unas cuantas botellas salieron rodando por el suelo además del estruendo que provocó mi magnífica entrada en la sala.
Por supuesto, todos exclamaron "uyuy" o "compte!" quitándole hierro al asunto. Para arreglarlo dije en voz alta "Anda que menuda entrada!" como si hasta ayer mismo hubiera trabajado en la taberna del puerto.
Una vez repartidas las botellas entre los asistentes me retiré sigilosamente a mi guarida. Lo de sigilosamente es una forma de hablar.

De camino a casa, en el bus 33 que atraviesa toda la Diagonal vi varias cosas interesantes que me hicieron pensar en la fragilidad de la vida, en esos maravillosos instantes a los que llamamos felicidad y en si me queda mejor un escote cuello mao o un escote en pico.

Lo primero que vi fue cómo un botones de un hotel de lujo hacía la señal a un taxi para que le siguiera y fuera a la puerta del hotel. El taxi dócilmente reducía velocidad y seguía al botones como el fiel perro sigue a su amado amo. El botones giraba la esquina, el taxi giraba la esquina; el botones se detenía en la puerta, el taxi paraba en la puerta. De repente me imaginé que los coches eran máquinas con sentimientos y razón y que estaban a nuestra entera disposición. Pero que algunos se rebelaban, no querían aguantar esa situación tan sumisa y entonces era cuando atropellaban a peatones o ciclistas o se convertían en kamikazes embistiendo a otros coches que eran felices siendo útiles a los humanos.

También vi a dos hormigas en el tronco de un árbol. Justo lo que duró el semáforo pude observar como la hormiga más pequeña huía de la grande. Pensé " la grande se la querrá comer" Se comen las hormigas a otras hormigas? Supongo que sí, ya que las hormigas no tienen ética y no se sienten culpables si devoran a una semejante, no? Y tampoco le harán ascos a nada digo yo, cuando todos mis ojos han visto como se comen el cuerpo de una cuca muerta (a partir de ahora las llamaré "innombrables").

Ha llegado el momento de publicar el resultado oficial de la macroencuenta realizada a los visitantes del blog de daecone/funsionadora/lady compota/lere/monchi.
Gana con un rotundo 80% la opción "Ver como Monchi se supera cada dia mas y hace un ridiculo mas".
Me ha costado mucho llegar a donde estoy, chicos, esto no lo hubiera conseguido sin vuestra ayuda y sólo me queda deciros que intentaré no defraudaros y seguir aguantando el tipo. No obstante, he de reconocer que hubiera preferido facilitaros la inspiración para escribir el libro, plantar el arbol y tener el hijo... De todas formas me siento satisfecha!

Gracias 8 votos!