Es lo más natural del mundo que una madre tranquilice y consuele a una hija. Al menos a los ojos de una hija es hasta fácil.
Supongo que "algo" tiene que ver que te críe y que te conozca mejor que nadie.
Ahora bien, cuando es la hija la que tiene que animar y calmar a su mama, la cosa se me descuadra un poco.
Otra lección de la vida que tengo que aprender.
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3 comentarios:
Sí, no és gens fàcil canviar els papers. Però sempre ens queda fer xocolatades o cerveses amb les amigues i comentar la jugada ;-)
Gràcies, nena! Un petonàs! Quedem pel febrer, no?
Sí, haurem d'anar posant data :-)
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