Las herencias más valiosas son las que no se cuentan con dinero o con objetos.
De mi padre he heredado la mala leche (que intento rebajar con mucha tenacidad y dedicación) y muchas otras cosas malas ;-)
De entre la multitud de cosas buenas: he heredado la admiración por el arte.
Damos y caballeras: esto es cine; mi escena preferida de El fuego y la palabra (Elmer Gantry).
miércoles, 7 de noviembre de 2012
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