La he liao parda

o, conficto de intereses, como ustedes quieran llamarlo, la cuestión es que ha sido una semana movidita. No sé cómo empezar, me da pereza explicarlo además de ese problema que tengo de olvidar las conversaciones, tendría que llevar encima una grabadora para luego no cometer ningún error a la hora de escribirlo.

En fin, en la empresa en la que trabajo se vive una situación muy tensa porque las cosas van mal económicamente, escucho continuamente que seguramente cierra y claro la gente que lleva allí toda la vida con cierta edad está nerviosa porque saben que como allí no volverán a estar en ningún sitio.

Quiero suponer que como consecuencia de ese nerviosismo, algunas personas tiene muy malas pulgas y les molesta que las dos catalogadoras que tenemos que trabajar las 8 horas del día juntas nos llevemos bien (nos llevamos muy bien! además tenemos muchas cosas en común: fuimos al mismo instituto, la misma edad, estudiamos biblioteconomía, nos preguntamos continuamente "por qué estudiamos esa maldita carrera?? juas juas!) Como no fumamos, en lugar de salir como hacen los fumadores cada 2x3 pues nosotras mientras trabajamos hablamos sobre el último capítulo del APM; Roca, Lamarca y Quintana; Lobo, Dixie y Calimotxo a finales de los 90 y de todo un poco.
Pues resulta que ese buen rollo que hace que el trabajo sea más entretenido (y al final más productivo, mejor para la empresa!!) hace mala sangre a algunas personas. Con lo cual llegaron a la decisión que tenían que separarnos.
Así que este martes, me reunieron para comentarme que debido a problemas de la empresa a mí me iban a cambiar de departamente, ya no catalogaría y haría otra faena (una faena que es un marronazo, algo que nadie quiere hacer porque es aburrida y desagradable... no, no es lavar letrinas pero casi ;))
Así que mientras me iban explicando por mi cabesa pasaron muchas cosas y como ya le había comentado a Pedro que algo así querían hacer y él me dijo que estaría de acuerdo con lo que decidiera, pues ala lo solté: pregunté durante cuanto tiempo tendría que hacerlo, me dijeron que de manera indefinida. Lo que hizo que me envalontonara fue que no paraban de decir "para evitar la rescisión de personal, para que nadice (o sea tú) se vaya a la calle..." todo el rato todo el rato así. Qué rabia, como siempre a los currantes desde pequeños no hacen creer que lo peor que nos puede pasar es el puto paro, "oooh currante tiemblaaaa que si no nos gustas te vas a la puta calle, y eso es el infierno!!!" A tomar por culo!!! Dije que estaba dispuesta a hacerlo durante un tiempo pero para siempre no, así que daba los 15 días.

Al principio se sorprendieron un poco, pero enseguida se dieron cuenta que les podía salir bien la jugada así que me contestaron que lo entendían que yo había estudiado para otra cosa y que si no quería hacerlo pues que me fuera (cuando a mí no me da reparo hacer otras cosas, de hecho, en todos los trabajos para los que me han contratado como bibliotecaria-catalogadora he hecho fotocopias, he cargado y embalado cajas de libros, he hecho de telefonista y ningún problema. Incluso he envuelto regalos para el resto de los trabajadores y me moló juas juas!!).
Y me soltaron que como ellos también estaban de acuerdo pues que en lugar de darme 15 días, pues que mi último día fuera el viernes... Era martes cuando lo hablamos y me decían que el viernes acabara. Eso sí que me chirrió, no me gustó porque lo vi muy inmediato pero no supe reaccionar, dije que sí.
En cuanto llegué a mi sitio les dije a mis compis que el viernes era el último día y les expliqué el porqué, lo fuerte es que todos sabían el verdadero motivo de llevarme al otro departamento, y me apoyaron por mi decisión, me decían que era lo mejor, que muy bien y tal, pero claro, la que me iba era yo jajaaaaa!
Así que el martes experimenté varios estados de ánimo: al principio euforia y satisfacción, a medida que fueron pasando las horas mala leche y más tarde depre, pensaba que me había precipitado, que el horno no está para bollos y que me había dejado llevar como una niña caprichosa. Cuando llegó Pedro estaba que me subía por las paredes pero hablamos y hablamos y me calmó.
Y de esta manera acabó un largo día.

El miércoles me desperté más tranquila, me di cuenta que no podía seguir en esa empresa y ya está y a otra cosa, de todas maneras me rondaba lo de los 15 días (y eso que en el despacho cuando me dijeron que me fuera el viernes les pregunté si todo era legal, si no habría ningún problema a la hora de hacerme la liquidación, bla bla bla y me contestaron que no... bueno, me lo creo...)
Pero me jodía pensar que al final ellos salían ganando y yo perdiendo por goleada. En la empresa, los compis me alentaban y me preguntaban que qué haría, si tenía algún trabajo a la vista y yo comentaba que por último me iba al burguer king y ya está, que ya me saldría algo. Y ellos se solidarizaban, es un gesto simbólico pero lo agradezco mucho, sólo llevo un mes allí pero me he dado cuenta que hay gente que vale mucho la pena.
En fin, que el miércoles con la calma llegué a la conclusión que no quería acabar el viernes, que necesitaba una semana más. Sabía que no les iba a hacer ni pizca de gracia a los jefes, pero como todavía no había firmado ningún papel, estaba en mi derecho, así que me fui a la cama con la idea de que cuando me despertara sabría lo que tenía que hacer.