Cuaderno de viaje (Volumen II)

Ayer viví el último domingo en Barcelona hasta dentro de unos cuantos meses. El domingo que viene no cuenta porque será un domingo especial: entre el infarto que me tendrá que dar, ponerle el candado a la maleta y comer toda la comida mediterránea que pueda estaré demasiado ocupada.

Me levanté tempranillo, desayuné rico una frutita, una café con leche y unas tostadas con mantequilla. Vimos un par de capítulos de Buffy y fuimos a comer a casa papas unas ricas olivitas, embutidos, quesos, ensaladita y pollos a l'ast! Acto seguido puse en práctica mi archi-conocido poder de la persuasión y convencí a Pedro para que fuéramos a la playa (o lo que es lo mismo: me puse archi-pesada y no paré hasta que le dejé el cabolo como un bombo). Cuando él se fue para ensayar con su grupo sin nombre yo me quedé un ratico más en la playa disfrutando de los últimos rayos de sol. Para volver a casa, cogí una maravillosa bici que tenía las marchas rotas y pasé por la antigua zona de marcha de Poble Nou: está todo abandonado! La discoteca Bóveda no existe, Spirit tampoco y los otros locales estaban cerrados! En mis tiempos, peazo bailoteos me metía los domingos por la tarde!
En fin, llegué a casa y preparamos una espléndida pizza con todos los restos de la nevera que estaban a punto de florecer o ponerse rancios: muy rica!

La lista de cosas pendientes, en lugar de reducirse, se ha ampliado!

- Ver el capítulo 22 de la séptima temporada de Buffy.
- Imprimir papeles que he de llevar a Dinamarca, ná tonterías muy tontas: billete de avión, visado, reservas de hoteles...
- Preparar a conciencia la maleta.
- Perder mieditis y recuperar coraje.
- Comprar mucho almax, omeoprazol y gelocatil.

Muy a mi pesar, supongo que la lista continuará creciendo...