Proyectos y sardinas

Nos damos cuenta de que somos una pareja más entre miles, que nuestras vidas son de los más comunes y que nuestra relación no podría ser el argumento de ninguna romántica película porque lo nuestro no es un cuento de príncipes y princesas. Sin embargo, no podemos evitar sentir de vez en cuando que somos únicos, que a nadie más le pasa lo q a nosotros. "Cómo somos" me sueles decir sonriendo.
Pero antes que nada toca una pregunta obligada: quién nos iba a decir cuando empezamos que fuéramos a durar tanto? Nadie daba un duro por nosotros, ni siquiera nosotros mismos! Y es que mes tras mes, año tras año las cosas han cambiado mucho, tanto que hoy por hoy no me puedo imaginar un futuro sin ti. No sólo como pareja sino como amigo. Parafraseando (qué bien queda) a una buena amiga: "lo que pase mañana no lo sé pero hasta hoy él es el amor de mi vida" y creo que es muy acertado. No se puede decir: "te querré siempre" aunque el momento sea inolvidable y nos dejemos llevar por la emoción porque se sabe por experiencia que los asuntos del coraçao son impredecibles y torres más altas han caído.
Si he de elegir un momento, me quedo con esas largas conversaciones ya sea por teléfono o in person en las que encontramos la fórmula perfecta para arreglar el mundo. Uno de los 2 comenta una noticia, el otro aporta una idea para que el problema se solucione y nos creemos que somos los más listos, pero luego nos preguntamos por qué a los de arriba no se les ocurre eso, discutimos un poco, se acalora la discusión, nos calmamos, damos forma a la anterior idea y sentenciamos que las cosas van así porque los que podrían hacer algo no quieren hacerlo. Es decir, tardamos horas en llegar a la misma conclusión que el resto de gente al minuto de escuchar la noticia. Pero nos gusta.
Aunque últimamente estamos bastante materialistas, todo hay q decirlo. Nos encanta hacer números y cuadrar las cuentas para que nos salgan perfectas y poder imaginar que aunq tengamos que pagar la hipoteca podremos tener nuestras salidas de puente, nuestras cenas en sirios y japos, los grandes viajes a Jordania, Chile y Tailandia. Cuando nos damos cuenta que hasta dentro de muuucho tiempo no podremos ni siquiera ahorrar un poquito, nos contentamos con pensar q durante los próximos meses nuestra alimentación se basará en sardinas, legumbres y sobretodo fiambreras de casa de los papas.
Pero sabéis qué? Pues que nos da igual porque proyectos tenemos cientos, pero ahora sólo nos importa saber de qué color pintaremos las paredes, donde pondremos la dichosa pecera, si en el mini-balcón nos cabrán las bicis o sobre todo saber que cada noche cuando volvamos a casa estaremos juntos para explicarnos nuestras penas y alegrías del día. "hola buff menudo día he tenido, no estoy de humor para hablar de tus tonterías, qué hay de cena?" "No me extraña si has estado en el bar toda la tarde. Coge cualquier plato precocinado del congelador y échalo en la sartén" Nooooo!
Fuera bromas, tenemos presente que lo que sentimos ahora mismo en cualquier momento puede desaparecer. Uno de los dos se puede desenamorar o los dos podemos perder la ilusión y las ganas de seguir adelante. De todas formas queremos intentarlo, queremos que todo esto nos dure siempre que nunca acabe y que un día dentro de 50 años continuemos arreglando el mundo con palabras, que me hagas reír mientras bebo agua y se me escape por la nariz, que me sigas llamando pinche cuando cocinamos juntos o que tengamos la misma duda: qué día celebramos nuestro aniversario, el 20 o 22 de dicembre? Venga, hagámonos viejitos juntos.